Es la valoración permanente e integral del desempeño del estudiante en relación con su proceso formativo, en coherencia con los propósitos de formación, competencias y resultados de aprendizaje propios de cada programa académico. Para ello, el estudiante debe hacer uso efectivo de su autorregulación, compromiso, motivación y disciplina, con el propósito de avanzar y participar activamente en la gestión de su proceso formativo.
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